Páginas

MI PRIMERA ORGÍA


MI PRIMERA ORGÍA
(relato verídico)


Un viernes por la mañana, recibí la llamada de un “amigo horizontal” preguntándome si me apetecía ir a una orgía con 30 personas más, al día siguiente por la noche. Nunca había estado en una, así que sin dudarlo dije que sí.

Nada más colgar, mi imaginación comenzó a volar, elucubrando que podía o no suceder allí. Apenas si pude hacer nada en el trabajo, ya que mi cabeza no dejaba de imaginar tórridas escenas de cuerpos entrelazándose por todas partes. Ni recuerdo cuantos deditos me hice ese día…

Sábado. Me desperté temprano, ansiosa porque llegase pronto la noche. Pasé la mañana entretenida, eligiendo que modelito llevar y al final me decanté por uno negro, cortito, que ataba a mi cuello y con un gran escote en uve que casi me llegaba al ombligo.

El resto del día lo pasé muy inquieta. Mi entrepierna parecía tener vida propia lubricando continuamente pero, decidí aguantar sin masturbarme todo el día para llegar allí caliente, como nunca había estado.

Fuimos los últimos en llegar. Mi acompañante conocía a todos los participantes. Yo solo a unos pocos, así que comenzó a presentármelos uno a uno.

Fui entablando conversación con cada uno de los presentes para ir conociéndolos un poco mejor. Había verdaderos bombones tanto chicos como chicas. Me sentía observada, quizás por ser “la nueva”.

Copas, buen ambiente, buena música… y tras un rato, decidí soltarme. Varias personas bailaban y me uní a ellos. El baile llevó al roce y, casi sin darme cuenta, me encontraba en medio de una pareja. Comenzamos a bailar sinuosamente, rozando nuestros cuerpos. Ella empezó a mordisquear mis labios. Su lengua y la mía se rozaron, primero dentro de nuestras bocas y luego, fuera de ellas para que todos los presentes pudieran verlo.

A la vez, sentía las manos del chico recorriendo mi cuerpo, tocando mis nalgas para terminar en mi entrepierna.

- “Ummmm… estás chorreando”- me susurró al oído. Su comentario logró excitarme más.

Las dos seguíamos jugando con nuestras lenguas al ritmo de la sensual música, mientras él, por detrás, soltaba el lazo de mi cuello. Mis pechos quedaron al descubierto, y posó sus manos sobre ellos al tiempo que apretaba su cuerpo contra el mío. Me cogió una mano y la dirigió hacia su entrepierna, donde puede notar su exultante protuberancia.

Sentía más manos sobre mi cuerpo y más lenguas se entrelazaban con la mía, pues éramos ya cuatro chicas enredadas, comiéndonos la boca. Tras de mi, solo sentía manos y lenguas que bajaban por mi espalda. La orgía había comenzado.

A mí alrededor podía ver cuerpos tumbados en el suelo sobre amplios cojines, sobre sofás, mesas… en pareja o grupos de tres, cuatro, cinco… Notaba el olor a sexo y oía  los gemidos del resto de los participantes. Aquella visión me excitó tanto que en ese momento alcancé el primer orgasmo al sentir unos dedos entrando en mí. ¿De quién eran? no lo sabía… y eso me volvió aún más loca.

La chica se tumbó, y yo a cuatro patas comencé a disfrutar del sabor de su sexo, hasta que por sorpresa sentí una embestida que hizo olvidarme de ese manjar. Un chico me había penetrado. No quise mirar. Me dejé caer boca abajo, sintiendo todo su peso sobre mí y sujetando una de mis muñecas con su mano, mientras la otra se colaba entre mis piernas para, al mismo tiempo, masturbar mi clítoris. Sus gemidos y espasmos, me hicieron entender que se había corrido.

Inmediatamente sentí otra nueva embestida, pero no era el mismo… Ésta era mucho más gruesa. Mi sexo palpitaba, mi humedad era máxima, tanto que podía sentir como me mojaba embestida tras  embestida. No puedo recordar las veces que me corrí en tan poco tiempo.

Una nueva chica entró en escena. Se tumbó sobre mí acoplándonos en un perfecto 69. Mi boca se llenaba de su flujo, al tiempo que la mía lo hacía del suyo. La masturbé, me masturbó al mismo tiempo que nuestras lenguas sorbían cada una de nuestras gotas. 

En esa misma posición, comenzaron a penetrarla, mientras nuevamente, hacían lo mismo conmigo. Poder ver como entraban en ella, como su sexo se iba humedeciendo más y más, al tiempo que me a mi me hacían lo mismo mientras ella lamía mi clítoris, fue algo que me hizo explotar alcanzando un orgasmo brutal.

No recuerdo cuántas posturas ni cuántas personas, tanto chicos como chicas, probé. Lo que si recuerdo es que fue agotadora, excitante y morbosa a partes iguales. Es el grato recuerdo de mi primera y mayor orgía hasta la fecha… a la espera de que alguien me invite a una aún mayor.
VOLVER AL BLOG

8 comentarios:

  1. que orgia mas excitante de hecho me hice una paja monumental inaginando las cosa que cuentas gracias por proporcionarme estos momentos de maximo placer besitos muy humedos y lamidas para todo tu cuerpo

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti por leerlo... muackkksss.. ;)

    ResponderEliminar
  3. estuvo rico tu relato tamto ke me moje y me imagine yo estando en tu lugar besitos nena

    ResponderEliminar
  4. mm q delicia como no quisiera penetrart asi tan deliciosa

    ResponderEliminar
  5. Cuando qieras lo asemos tu y yo q fliparias

    ResponderEliminar
  6. ¿Quién fliparía? ¿Tú o yo? Más que nada porque yo ya lo hice (la orgía) ;)

    ResponderEliminar
  7. que bueno tengo 60 años y disfrute mucho este relato me hice una paja con un dedo en el culo

    ResponderEliminar
  8. Gracias Anonimo!!! Espero que lo hubieses disfrutado... ;)

    ResponderEliminar